Si hay alguna escultura en la Catedral de Milán que te pueda poner el vello de punta, esa es la de San Bartolomé desollado, de Marco d'Agrate. Está situada delante del antiguo mausoleo, en el transepto derecho del Duomo.
Una figura de un gran realismo, una figura que parecía no tener piel, una figura desollada y escalofriante, cuyos músculos parecían que iban a empezar a moverse a pesar de estar hechos de mármol. La estatua de San Bartolomé, la obra de arte más famosa de la Catedral de Milán.
Marco d'Agrate era un escultor lombardo que realizó esta obra alrededor de 1562, esculpiendo al santo desollado y con su propia piel sobre el hombro, como si fuera una estola. En la base de la escultura se puede leer una inscripción en latín que dice Non me Praxiteles, sed Marc' finxit Agrat, algo así como "no me hizo Praxíteles, sino Marco d'Agrate". Mucha modestia no tenía el artista.
En la imagen podemos apreciar la figura de San Bartolomé , uno de los primeros mártires Cristianos, el cual fue desollado vivo por los Romanos. Si miramos con detalle, notaremos que no es una túnica lo que cubre parte de su cuerpo, sino que en realidad es su propia piel, removida y colgada a su alrededor.
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