Damian Arreola tiene 64 años, luce mucho pelo; es vigilante de un cementerio, y es una persona dominada por el miedo y la tristeza, le cuesta mucho expresar sus emociones. Nadie sabe que su esposa desapareció hace tiempo sin motivo aparente, tubo algunos problemas con su pareja, teme darse cuenta que fue abandonado o peor aún, que su esposa le sucedió algún accidente fatal, sus miedos lo tiene paralizado mentalmente.
Acude a una estación de tren suburbano, situada en la ciudad de Guadalajara, todos los días a las ocho de la mañana, con la esperanza de localizar a su señora, quedaron de encontrarse en ese lugar a las ocho de la mañana de hace 9 años.
Espera veinte minutos exactos, mira impaciente su reloj, verificando las llegadas del tren que son cada 5 minutos, en cada llegada busca afanosamente el rostro de su esposa, el pelo rojizo, la sonrisa de luz que tenía su cónyuge, sus ojos buscan rápidamente entre la multitud que sube,desciende y luego desaparece rápidamente y para así seguir con el próximo tren...
Fuente..
José Medina Maciel.
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