Entre los helados bosques de Durango, se encuentra la pequeña comunidad de San Miguel de Cruces donde, según se dice, ocurre uno de los fenómenos más escalofriantes de México, y que sucede desde la época de la Revolución: los pobladores afirman que por las noches pueden verse bolas de fuego entre lo más espeso de la arboleda.
Si crees que estamos hablando de las famosas “brujas”, lamentamos decepcionarte, pues en realidad los lugareños cuentan que por ahí pasaba el aún más famoso Heraclio Bernal, un héroe revolucionario que cual “Robin Hood” a la mexicana asaltaba los caminos, para luego repartir parte del botín entre los pueblos más apartados de la sierra duranguense.
Pero otra parte de la fortuna era enterrada en los sitios más recónditos entre la espesura del bosque, ahí donde la gente de San Miguel de Cruces asegura que las bolas de fuego aparecen para revelar la ubicación exacta del tesoro.
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