Los Bandidos de Rio Frio, de Manuel Payno

Novela monumental, se publicó por entregas a fines del siglo XIX. Narrada  bajo el signo del naturalismo, da prueba de las costumbres, temperamentos y modos de ser de México y de sus pobladores.

Los mismos conflictos sociales que hoy nos afligen, transitan ya en esta narración: inseguridad en los caminos, contrabando, corrupción en las estructuras de la administración pública, secuestros, bandidos.

Por otro lado, poco o nada ha cambiado la trama que hermana destinos: el drama surrealista. Una mujer que no puede parir sino hasta cumplir lo que la Virgen le pide. Un hijo nacido fuera del matrimonio, que de “buena fe” será secuestrado por una desconocida y al que le espera un andar tortuoso. Amores truncados. El desencuentro y la violencia como modos de vida en un país marcadamente clasista. Crímenes, horrores y el continuo flagelo de la miseria y lo que ésta engendra.

Salvo los paisajes ya extraviados, nada de lo que somos ha quedado fuera de esta novela que ahora se edita como novela gráfica, género que se desprende del cómic en su forma, y que alcanza una renovada popularidad en la actualidad.

A través de las ilustraciones se cuenta también la historia, se delinean los personajes haciendo con  trazos y  colores descripciones. En los tonos reconocemos nuestras  oscuridades y luces, sustraemos de los matices peculiaridades de nuestras fisonomías. Las tensiones dramáticas van a fundirse con una sobria gama de marrones que predomina en esta adaptación.

Un plus de esta versión es que presenta al final una explicación de cómo se realizó este libro. Igualmente ilustrado, aparece Bef enseñándonos cómo se elabora una novela gráfica.

“Payno logró escribir una novela con personajes entrañables y exóticos. Bef dibujando Los bandidos de Río Frío. Dos imágenes que son sólo para disfrutarse”. Con estas palabras F.G. Haghenbeck anima a sumarse a una aventura literaria.

Manuel Payno (1810-1894)  fue un escritor mexicano que se desempeñó también como diplomático, político, docente y periodista. Colaboró en varios periódicos, entre éstos El Ateneo Mexicano y El Siglo Diez y Nueve. Sus dos novelas más reconocidas son: El fistol del diablo y Los bandidos de Río Fríoambas novelas publicadas por entregas.